
En partida la fragancia muestra un estilo cercano al cuero, con oscilaciones entre madera aromática suave y algo de tabaco más una veta frutosa ligera no cítrica que impide que la mezcla se vuelva densa y extremadamente invernal ochentera. En notas medias sorprende la aparición de una nota especiada entre nuez moscada, clavos de olor y un frutal cercano al higo que da prácticamente el mismo aroma del Salvatore Ferragamo clásico. A medida que se desarrolla esta fase, el tono tipo Ferragamo se mantiene estable por bastante tiempo opacando a las notas inferiores o secundarias, con una leve tendencia a un tono terrososo que lo diferencia sutilmente del Ferragamo clásico, posiblemente una intervención especiada del tipo cardamomo, cuero o vetiver. En notas finales el aroma especiado de Ferragamo se va hacia el fondo en un segundo plano predominando una mezcla al pachulí con un frutal dulce aromático neutro parecido al higo.